¿Sabes cómo el alcohol afecta la conducción y sus consecuencias? ¡Beber alcohol multiplica por nueve el riesgo de sufrir un accidente!
Según el instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, el consumo de alcohol ha descendido en la última década. El alcohol es responsable de más que 40% de los accidentes de tráfico, siendo probablemente el factos de riesgo más importante para sufrir un accidente de tráfico.

La tasa de alcoholemia permitida es 0,5 gramos por litro de sangre o 0,25 miligramos por litro en aire respirado para conductores en general (0,3 g/l si se trata de noveles o profesionales).

Pero ¿cuántas copas se pueden beber sin dar positivo?
La respuesta depende de diversos factores, pues no todas las personas dan el mismo nivel de alcoholemia bebiendo lo mismo, incluso una misma persona, dos días seguidos, puede marcar registros distintos. Aunque hay varios factores que intervienen para alcanzar esta tasa, es importante tener presente que se puede superar la tasa con dos tercios de cerveza o dos copas de vino. Nuestra recomendación es que si bebes, aunque sea lo mínimo, no conduzcas, ya que por incluso por debajo del límite legal, el riesgo de accidente puede verse incrementado.

Como afecta el alcohol la conducción.
Está demostrado que alcohol reduce la capacidad de conducir. El síntoma más importante son las reacciones y movimientos más lentos, aumentación de la dificultad de concentración, fatiga muscular, los problemas de coordinación. Eso puede llevar a perturbaciones en la percepción de lo que nos rodea e impide realizar correctamente el cálculo de las distancias. El alcohol produce alteraciones en el comportamiento al volante y afecta a las capacidades psicofísicas necesarias para una conducción segura. Una persona que ha bebido, infravalora los efectos que el alcohol produce en ella. Consumo de alcohol aumenta las conductas impulsivas y agresivas. Suele también cometer más infracciones.

Según la DGT[1], los errores e infracciones más comunes bajo los efectos del alcohol son:

  • Detenerse en el carril sin causa justificada.
  • No guardar la distancia de seguridad entre vehículos.
  • Realizar giros con excesiva amplitud.
  • Circular por el carril incorrecto o invadiendo el carril contrario.
  • Responder tarde a la señalización.
  • Efectuar adelantamientos antirreglamentarios.
  • Señalizar de manera incorrecta las maniobras.

Tratamiento legal
Beber y conducir es un comportamiento muy peligroso para todos. Por eso, se observa una tendencia de ir endureciendo las consecuencias legales. En España, el tratamiento legal de la alcoholemia tiene dos caminos posibles: la vía administrativa, que supone una sanción, y la vía penal que puede llegar a tener consecuencias penales, como trabajas comunitarios, multas o incluso pena de cárcel.

Desde TUACCIDENTE.COM recomendamos un consumo responsable del alcohol y, por supuesto, no conducir después de la ingesta de alcohol. Recuerda que si lo necesitas, podemos ayudarte con tus reclamaciones de accidentes, pero siempre y cuando no conduzcas bajo los efectos del alcohol.

[1] Publicación El Alcohol y la Conducción, coproducida con el Ministerio del Interior

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